viernes, 5 de agosto de 2016

Leer es sexy

Por Jose Morente

Leer es sexi y, también, instructivo. De las piernas de Marilyn Monroe a la "pierna escondida" de los toreros, leyendo se descubren cosas muy interesantes y, sobre todo, sorprendentes.

Como dice la portada del último número de la edición española de la revista L'oficciel, "leer es sexi". No sólo eso sino que, además de sexy, leer es muy instructivo. 

Y, en efecto, leyendo textos antiguos se deshacen errores, entuertos y equívocos y se descubren cosas sorprendentes e interesantes como, por ejemplo, eso de que la tan denostada "pierna escondida" que pasa por invención moderna, tiene ya más de tres siglos. Lo que se dice pronto.

Así, leyendo podemos comprobar que esa pierna escondida no es un invento de los toreros de hoy como tanto se repite. Tampoco es ardid traído por ese Espartaco al que tantos males le achacaban algunos revisteros de los 80 (los toreros técnicos siempre han sido y son los más maltratados por los chicos de la prensa) y ni siquiera un recurso de esos toreros mexicanos de hace unas cuantas décadas tan preocupados por torear muy despacio y con muletazos muy largos (o sea, preocupados por torear muy bien).

Resulta que la técnica (la buena técnica) de la pierna escondida es ancestral y viene de lejos, de mucho más lejos. Casi desde los albores del toreo pues se puede rastrear, en añejos documentos taurómacos, al menos, desde el año de gracia de 1700.

La primera referencia que existe sobre la conveniencia de retrasar el pie de salida al torear, se encuentra en la Cartilla de Osuna, que data de esos años. Luego, a lo largo de la historia del toreo, se encuentra diversos textos de distintos autores (algunos de ellos incluso significados por su ortodoxia y dogmatismo) que recomiendan el uso de esa técnica.

Resumiendo y poniendo las cosas en claro. La pierna escondida (ya sea algo bueno o malo, elogiable o rechazable que esa es otra cuestión) pertenece, como invención, a la tauromaquia del siglo diecisiete y no a la Tauromaquia 2.0, como tanto -y tan erróneamente- repiten algunos.

A las pruebas, a estas tres pruebas, nos remitimos:

Regla XI de la Cartilla de Osuna (Hacia 1700)
"El compás es estar derecho y moviendo un pie, sea el que fuere, hacia atrás a modo de campanela, pudiendo de esta suerte torear a un lado y a otro, advirtiendo ser conveniente a los principiantes que se saque la capa por debajo, hasta que lleguen a saber de todas suertes, sabiendo asimismo que el compás quebrado se hace con todo el cuerpo, quedándose mirando al toro para repetir más suertes."
La teoría del toreo de Amós Salvador (1908)
"Y de la misma manera, para echarlos con facilidad hacia atrás [a los toros] y hacer recorrer mucho camino al engaño no será lo mismo conservar juntos los pies que echar hacia atrás el del lado del movimiento, porque así se coloca el cuerpo paralelo a la dirección que se quiere comunicar al engaño y tienen los brazos no sólo más fácil manejo, sino más espacio de acción."
El pase natural según F. Bleu (1913)
"En el pase natural, cabe dispensar a un torero que adelante prudencialmente la pierna derecha, primero, porque con ello no consigue ventaja sobre el toro, y segundo, porque se coloca en una posición propicia para engendrar el redondo, caso de que el toro no abandone los vuelos del engaño o mejor aún, que el matador no le permita abandonarlos."

Conclusión

Creo que, con estos tres textos es suficiente. La pierna retrasada se propugnaba ya, como modo correcto de torear, desde 1700 (Cartilla de Osuna) ya que, con ello, el matador tenía más fácil el manejo de los brazos en el remate del lance (Amós Salvador) y, sobre todo, se situaba en una posición propicia para seguir toreando en redondo (F. Bleu).

Ese, y no otro, es el verdadero fin de la pierna escondida. Posibilitar un mejor control del remate del muletazo para facilitar la ligazón con el siguiente. Eso de que la pierna escondida -como dicen algunos- es un truco moderno que atenta contra la ética del toreo no pasa de ser elucubración de aficionado que pone sus convicciones por delante de los documentos históricos y de los hechos probados. Aficionados poco leídos o que le dan poca importancia a lo que leen cuando no les conviene.

El desconocimiento de la historia y la técnica del toreo hace mucho daño. A los toreros, al toreo y a la fiesta. Hoy que tenemos mucha, a veces demasiada, información disponible, nos encontramos en la situación ideal para corregir tópicos caducos y yerros pasados.

Nada justifica que no lo hagamos.

Cayetano Sanz torea al natural con la pierna escondida o sea, echando hacia atrás la pierna de salida (o. lo que es lo mismo, adelantando la pierna contrario) tal y como han aconsejado, desde al menos el año 1700, los tratadistas más perspicaces. Cayetano fue uno de los primeros toreros de la historia, en torear en redondo. Una verdadera hazaña en su época (Detalle de una lámina de la Lidia publicada el 30 de marzo de 1883 ) 

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