La Lupi en una imagen de su último espectáculo: RETOrno |
Languidece el cante, perdido en un mar de dudas y anda de luto la guitarra, tras la muerte del hijo de la Luzía. Sin embargo, por suerte, aún nos queda el baile que es, hoy por hoy, la tabla de salvación de este arte al que llamamos flamenco (¡Perdón, don Antonio, quise decir gitano!)
Se mueve el baile por esa encrucijada tan necesaria como obligada de la evolución a partir de la tradición, del uso y acarreo de los elementos más tradicionales y arcaicos para construir con ellos cosas nuevas e inesperadas. Para sorprender al espectador (el baile es espectáculo o no es) ofreciendo nuevos gestos, nuevas posturas, nuevos compases que tengan, al mismo tiempo (ahí radica su grandeza y la de todo este arte), sabor añejo y hondo. Puro arte jondo. Creación a partir de la tradición.
Se mueve el baile por esa encrucijada tan necesaria como obligada de la evolución a partir de la tradición, del uso y acarreo de los elementos más tradicionales y arcaicos para construir con ellos cosas nuevas e inesperadas. Para sorprender al espectador (el baile es espectáculo o no es) ofreciendo nuevos gestos, nuevas posturas, nuevos compases que tengan, al mismo tiempo (ahí radica su grandeza y la de todo este arte), sabor añejo y hondo. Puro arte jondo. Creación a partir de la tradición.
Esta reflexión viene a cuento porque ayer, en la Noche Blanca del Flamenco en Córdoba, bailó, junto a la torre de la Calahorra, a la vera del Puente Romano, la bailaora más esencial y necesaria que tiene hoy el flamenco: Susana Lupiañez "la Lupi".
No es la Lupi bailaora que quepa en moldes. No es fácil, por tanto, explicar en palabras la enorme grandeza de su baile. Un baile apoyada en una técnica exquisita y depurada, pero que trasciende y se expresa con tanta garra, con tanta fuerza, con tanta entrega (esta es la palabra clave aquí y en el toreo: entrega) que le hace olvidar, y nos hace olvidar a todos, ese andamiaje técnico y el oficio que lo soporta pues Susana, La Lupi, bailando, transmina puro sentimiento.
Con elementos tradicionales, ora la bata de cola, ora el prodigioso mantón de Manila, ora la chaquetilla torera de Carmen Amaya, La Lupi fue desgranando en la, ayer -por fortuna nuestra- nada calurosa noche cordobesa, todo lo que de actual y eterno, emotivo y misterioso, sacro y profano, encierra el arte flamenco (¡Perdón otra vez, don Antonio, quise decir arte gitano!).
Manes de Roma y Al-Andalus en esta flamenca Córdoba la mora gracias a una bailaora fenicia de Málaga la cantaora.
¿Cantaora? No. Desde ahora, Málaga es ya y por derecho propio (derecho de la Lupi), Málaga la bailaora. Y que lo sea -y lo será- por muchos años.
Goza de buena salud el baile flamenco y, por extensión, goza de buena salud el flamenco todo gracias al baile de una bailaora tan genial como irrepetible.
¡Gracias, Susana! ¡Gracias, Lupi!
Muy desafortunado el primer párrafo. No es precisamente el baile la tabla de salvación del flsmenco, puesto que es precisamente la modalidad más adulterada e influenciada por otras disciplinas. La Lupi me parece una gran bailaora, pero desde luego no es la bailaora mas esencial que tiene este arte. El hecho de menoscabar el cante y el toque en tu primer párrafo da cuenta de que no debes de estar muy puesto en esto del flamenco. No hace falta mentar nombres como Manuel Moneo o Diego del Morao para obviar que ni el cante está en duda ni la guitsrra está de luto. Si querías ensalzar a una artista no hacía falta decir tantas chorradas, La Lupi se vende sola, y sí, es de lo mejorcito que tenemos en Málaga.
ResponderEliminarCarlos Reverte:
ResponderEliminarNo creo que sea muy discutible evidenciar la situación de indefinición (o incapacidad creativa) que vive hoy el cante, como tampoco creo que sea discutible (y menos una chorrada) lamentar y llorar la muerte de Paco de Lucía. Y ello, pese a la evidente existencia de buenos o grandes guitarristas o cantaores en nuestros días (una cosa no tiene nada que ver con la otra).
Por lo que respecta al baile tampoco creo que su influencia por otras disciplinas sea algo negativo. Entiendo que la pureza no está en el aislamiento (el agua pura produce bocio) sino en la mezcla, en la contaminación y en la mixtura siempre que se produzcan desde la tradición. Ahí creo que hay que buscar el futuro de este arte necesariamente enraizado en el ayer pero que tiene que mirar hacia delante.
Por otro lado, también pienso que ya es hora de ir obviando esos complejos localistas que acaban por llevarnos a menospreciar o ningunear a quien de verdad lo merece sólo por NO haber nacido en Jerez o Triana, pongamos por caso.
Un saludo
Ya está bien de abogar por el victimismo en el cante, desde tiempos del Planeta y El Fillo siempre se ha hablado de estancamiento y falta de creatividad. Cuando hay tanto y tan bueno creado es muy difícil sacar cosas nuevas. Pero bueno ahí están el Pele o Pansequito que tienen personalidad a raudales. Algunos hablan de la soleá del Pele y el mismo Pansequito habla de su soleá y de su bulería, yo soy más cauto. Después tenemos creadores como El Pulga (precisamente uno de los pilares del cuadro de la Lupi) o Juan Antonio Salazar, al que en Madrid llaman el genio de la composición flamenca y que tantos y tan buenos temas compuso para Camarón y aun sigue componiendo. El mismo Antonio Reyes ha sabido crear su propio lenguaje a través de lo legado por la tradición, haciendo el cante reposado y modificando melodías a partir de Carbonerillo, Isabelita de Jerez o Mairena. Este es debate de nunca acabar, siempre los tiempos pasados fueron mejores y lo de hoy es estancamiento. Pero es es una completa mentira.De la guitarra más de lo mismo, estando vivos genios de la talla de Manuel Parrilla, Del Morao o Vicente Amigo es complicado decir que está de luto. Además, está muy bien lo de dar detalles de lo que has querido decir, pero has omitido por completo el contexto, dices que el cante está en un mar de dudas y la guitarra de luto para decir que la tabla de salvación del flamenco es el baile, cuando es totalmente incierto. Es precisamente en el baile donde cada vez se ven menos afionados de verdad a lo jondo, porque precisamente y como comentaba anteriormente cada vez se ve menos flamenco y más clásico e influencias de otros géneros, que el mayor de los casos resta "flamencura" a los espectáculos de baile. El propósito llegar a otros públicos. Muy lícito por cierto.
ResponderEliminarInsisto, el primer párrafo para cualquier persona aficionada y que viva el flamenco actual es un completo despropósito. Por otro lado, yo no he dicho que sea negstivo las influencias de otras disciplinas en el baile, sólo he dicho que se lo que se mueve en el baile, y muchas de esas mezclas, si bien pueden tener un halo positivo con el acercamiento a públicos advenedizos, en lo que respecta al flamenco, pocas veces favorece, a no ser que se cree desde la tradición, como bien apuntabas.Todos los aficionaos al flamenco saben que es precisamente el baile el plomo que se hunde para dejar paso al academicismo clásico y comtemporáneo. Si las casas cantaoras están es extinción, las casas bailaoras son dignas de museos.
Para acabar, yo personalemte no miro el lugar de nacimiento de los artistas para avaluar su arte. La lupi me parece de las de su generación de lo mejorcito, pero no es la bailaora más esencial que tiene este arte.
Un saludo.
Carlos Reverte:
ResponderEliminarCuando hablo de cierto estancamiento del cante no me refiero tanto a la falta o ausencia de buenos artistas o capacidad creativa de los mismos (es indudable que los hay y que la tienen) sino a la repercusión que el cante tiene hoy. Evidentemente, el flamenco, el cante, ha sido secularmente arte de minorías y para minorías, sin embargo, con serlo su repercusión positiva o negativa (no podemos olvidar el rechazo que ha provocado en determinadas épocas sobre la gente bienpensante) ha sido mucho mayor de lo que -en mi opinión. lo es hoy.
Que a mí me gustara que las cosas fuesen de otra forma, no quita para que esa sea mi percepción de la situación actual. Mi percepción, repito. Sin embargo, me alegra que existan otras formas de ver las cosas y más me alegraría que esas otras visiones fuesen más acertadas que la mía.
Un saludo
El estancamiendo del cante se debe a que a los programdores solo les importa llenar plazas y vender entradas porque hay muchos muchos cantaores en sus casas sin trabajar y hablo de cantaores con trayectoria y por respeto no dire nombre pero abogan y apoyan el puro marquetin para nada esta en cante en decadencia.
ResponderEliminarAl menos para los que amamos el cante bueno.
Gabriel Georgio:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que existen muy buenos cantaores hoy día. No tengo tan claro las razones por las que esos cantaores se quedan en casa sin trabajar. Un tema interesante de análisis que no creo que se reduzca sólo a la ineptitud programadora de los programadores (aunque esta parece evidente)
Un saludo