sábado, 11 de julio de 2015

Miguel Abellán

Por Juan Antonio Polo

Desplante de Miguel Abellán en Pamplona (Foto: EFE)


Pamplona. Cuarta de Feria - 10 julio 2015

El presente apunte no puede llevar otro título que el de Miguel Abellán. Y es que el torero madrileño no sólo ha sido el protagonista absoluto de la corrida de ayer, en la que con su actuación ha dado un nuevo golpe de atención —¡y van…!— recordando su presencia en el panorama taurino al público, a la afición y a sus propios compañeros, sino que ha evidenciado hallarse en ese “momento dulce” de estado de ánimo y seguridad en sí mismo tan difícil de alcanzar por los toreros, que le lleva a superar con éxito situaciones que hace sólo unos años habrían rebasado sus posibilidades.

En efecto, Abellán, al que podemos situar cronológicamente en la quinta de El Juli, desarrolló durante años una muy digna —aunque no arrolladora— trayectoria, que fue languideciendo paulatinamente hasta que, tras tomarse una temporada de respiro y recuperar cierta popularidad con su participación —y triunfo— en un concurso de baile televisivo, reapareció el pasado año con las buenas maneras de siempre y una firmeza de ánimo —a prueba de cornadas— de la que hasta entonces carecía.

Ayer, además, tuvo suerte. Se llevó el mejor lote de una seria y bonita corrida de Fuente Ymbro, pareja de hechuras y desigual en su juego, y a fe que supo aprovecharlo. Por encima de cualquier otra consideración, se mostró como un torero inteligente y, aún sin lograr esa faena cumbre que posiblemente mereciera su primer oponente, supo construir y rematar con la espada dos vibrantes y ajustados trasteos, en los que combinó admirablemente el toreo clásico y fundamental con los oportunos guiños y rodillazos sanfermineros, llevándose dos merecidas orejas.

El resto de la corrida fue otra cosa. Los toros, faltos de fuerza y en ocasiones de bravura, plantearon muchas dificultades a sus matadores. Perera logró sus mejores momento en el tercero, un marmolillo al que consiguió “meter en la muleta”, aunque finalmente se diluyera la faena. Por su parte, Fandiño tampoco consiguió culminar con éxito su faena al sexto, res que le propinó una voltereta realmente espeluznante.

En cualquier caso, justo es constatar que el Perera y el Fandiño de ayer no rayaron a la altura a la que nos tienen acostumbrados, personalmente he visto a ambos toreros superar con éxito toros más dificultosos que los de ayer. Y otro tanto puede decirse del ganadero. Tras los triunfos de Sevilla y Madrid, todos esperábamos más de los Fuenteymbro

Otra vez será.


Espectacular la voltereta de Fandiño (Foro: EFE)

Juan Antonio Polo

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