Por Jose Morente
El chaval que, con tanta atención, mira a la cámara es Joselito el Gallo. La fotografía está tomada en Cádiz en 1901. Joselito tenía sólo 6 años y le habían llevado a esta ciudad para que pudiera presenciar su primer festejo taurino. Una novillada en la que actuaba su hermano Rafael,que es el personaje que está a la derecha de la imagen y quien, por aquellos años, se anunciaba como Gallito en los carteles, tal y como se puede comprobar en el que está pegado en la pared del cafetín gaditano (Fotografía del libro de Parrita)
Los primeros pasos de Joselito
Después de ver torear en Cádiz a su hermano Rafael, a Joselito como es lógico le entró la “picá” y ya sólo quería torear. Torear todo lo toreable como los perros de la calle o los compañeros del Colegio. El caso era torear.
Joselito hacía, por ello, novillos en el Colegio y se iba con su incipiente cuadrilla a la “Huerta del Médico”, que estaba situada en la Barqueta y era propiedad del médico don José Sánchez, padre del que luego sería también famoso torero Ignacio Sánchez Mejías.
Y se iba a la Huerta del Médico porque en esa huerta había vacas mansas, vacas lecheras, que de tanto hostigarlas acababan pegando un par de arrancadas.
Algo que, a finales del XIX y principios del XX, resultaba muy habitual. Dos niños jugando al toro en la calle (Fotograma extraído de la película Gloria que mata-1922)
Intento fallido
No sería hasta un par de años después (cuando ya había cumplido los ocho) que, nuestro personaje, podría por fin ponerse delante de una verdadera becerra de sangre brava. El hecho ocurriría en un herradero en la finca “Palmete” de don Valentín Collado.
El debut fue un verdadero desastre pues, después de un par de lances, sobrevino el revolcón y la risotada de los asistentes. A Joselito, herido en su orgullo se le quitaron las ganas de volver a arrimarse. A la becerra le pusieron de nombre “Gallita” en recuerdo del suceso.
Joselito, con ese amor propio que siempre le iba a caracterizar, decide abandonar el toreo. Sin embargo, esa retirada durará muy pocos días.
Ahora, sí
De nuevo tentadero. Esta vez en la muy famosa finca “El Quintillo” de don José Anastasio Martín. Otra vez, Joselito en la brecha pero, esta vez, con un resultado muy diferente.
Febrero de 1906. Los asistentes al tentadero del Quintillo. Entre ellos se puede reconocer a Joselito (Gallito III), Rafael y Fernando (Gallito Chico) además de Minuto
Una fotografía tomada varios años después (en 1914), Joselito, que era ya por esa época figura máxima del toreo, gustaba de las faenas camperas. Aquí le vemos con sus hermanos Rafael y Fernando y con don José Anastasio Martín y el hijo de este.
Asiste al tentadero del Quintillo, el simpático y excéntrico torero Enrique Vargas “Minuto” quien también “volvía” a los ruedos después de estar retirado unos años.
Minuto unos días antes es su finca “La Enramadilla”
Minuto, en el tentadero del Quintillo, pasando de muleta
Será Minuto quien, llevándole de los brazos cual maestro que enseña a su discípulo a escribir, le hace torear tan bien y tan limpiamente que Joselito se entusiasma, recupera su latente afición y ya no será, en toda su vida, nada más que torero.
Lo sorprendente es que esta curiosa anécdota está documentada y fotografiada. Los hechos que contamos se publicaron en un reportaje incluido en la revista Sol y Sombra en su número 501, de 8 de marzo de 1906.
En dicho número, y bajo el título de Rafael Gómez “Gallito” (al que también se le dedicaba la portada), se daba cuenta del tentadero de marras del que se incluía una extensa información y, entre ella, algunas de las fotografías que ilustran esta entrada.
Dos documentos gráficos históricos
Dos documentos gráficos extraordinarios. Son los primeros pasos de Gallito en el toreo.
Primera fotografía. Joselito en sus primeros lances, ayudado por Minuto quien le lleva de los brazos como el maestro que enseña escritura.
Segunda fotografía. Ya sólo, Joselito toreando (¡como si no!) al natural. Son los primeros muletazos de un diestro que hará historia.
Como un acta notarial, ese reportaje de “Sol y Sombra” certificaba el nacimiento taurino del que llegaría a ser el mejor de los toreros.
Joselito en el tentadero del Quintillo
Razones (incorpóreas) de esta entrada
En el aniversario de la alternativa de Joselito el Gallo, que es el día en la carrera profesional de un torero en el que culmina toda su preparación, su aprendizaje, me ha parecido oportuno recordar sus primeros pasos en el toreo, su enorme afición, sus pequeñas dudas y el momento en el que (ayudado por Minuto), Joselito descubre ese milagro que supone que las reses bravas pasen junto al cuerpo del torero siguiendo ciega y fieramente los engaños.
Sirve pues esta entrada de homenaje a este diestro y a todos los que un día emprendieron esa complicada senda que no siempre lleva a la meta.
fantastica documentacion D.jose como siempre es un placer mil gracias saludos ..
ResponderEliminarExcelentes documentos!!
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