Jose Mari Manzanares con la muleta en Sevilla. Si bien el público ruge cuando los muletazos se encadenan sin solución de continuidad, la enjundia del toreo bien ligado pide que cada muletazo de la tanda tenga su principio y su final.
Encadenar los muletazos, en lo que el maestro Manzanares denominaba “el Carrusel”, sólo se justifica como modo de aliviar a los toros excesivamente pastueños. Un recurso admisible pero del que no debe abusar el torero.
Para que se dilate el temple en cada pase, y haya ritmo entre uno y otro [pase] es necesario ligar. Pero también hay ligazón con ventaja y ligazón con pureza.
Una cosa es ligar muletazos completos a muletazos completos, que incluyen cite, embroque y remate, bajo los cánones belmontinos de “parar, templar y mandar”, y otra muy distinta, hacer lo que yo llamo el carrusel, que consiste en empalmar medios muletazos sin rematar ninguno, llevando siempre la muleta adelantada, y perdiendo siempre un paso antes de que termine el pase. Puede haber cadencia aparente pero eso es torear por fuera.
Naturalmente, con este carrusel, el toro dura más porque no sufre el castigo que le inflige el toreo auténtico: Parado el diestro en el cite, templado trayecto y remate vaciado con mando hacia adentro.
Ligar cuatro o cinco de estos muletazos resulta demoledor para cualquier toro por fuerte que sea, pues en cada uno de ellos se exprime toda la bravura del animal. Eso es lidiar toreando, la expresión más moderna del dominio.
El carrusel viene muy bien al toro pastueño y desrazado, porque le obliga menos y no le exige crecerse al castigo.
Jose Mari Manzanares en “La Tauromaquia de Jose Mª Manzanares” de Arévalo, José Carlos y Del Moral, José Antonio (1ª ed., Ediciones Akal, S.A., Torrejón de Ardoz, 1987. Págs. 85 y 86)
El hijo no sabe (o no quiere) ligar de otra manera.
ResponderEliminarSaludos
Vazqueños:
ResponderEliminarLas reglas evidentemente no pueden convertirse en normas. Por eso he publicado este texto. No para poner en evidencia a ningun torero sino para jerarquizar un poco (y relativizar también) la importancia de lo que se hace en la plaza, partiendo de la base de que todo lo que se hace delante de un toro tiene mérito.
El carrusal exige del torero, para que resulte bien, armonía y acorde de movimientos con el toro lo que no es nada fácil sobre todo si se resuelve de la forma elegante en la que lo hace Manzanares hijo.
Sin embargo, para mí tiene mayor mérito (para el público parece que no) cuando los muletazos tienen un final y un principio aunque formen parte de una tanda. Eso es lo que he aprendido de los buenos. Y eso es lo que dice, ni más ni menos, Manzanares padre.
Un cordial saludo.
Y se me olvidaba añadir que, como señala acertadamente el maestro Manzanares en el texto, todo depende de las condiciones del toro pues lo que no es adecuado y correcto en algunos casos si que puede serlo en otros.
ResponderEliminarGracias por sacar a la palestra este interesante texto de ese pequeño gran libro (creo el unico dedicado al gran Manzanares padre). Pero un matiz: el Maestro de Alicante subraya que el "carrusel" consiste en perder siempre un pase antes de que termine el pase. Esto no creo sea lo que hace su hijo que (guste o no guste) tiene la caracteristica de torear siempre pivoteando sobre la pierna derecha (o izquierda) sin perder pases. Esto que decia su padre me parece fuera mucho màs comun en su epoca que ahora, si no me equivoco.
ResponderEliminarUn saludo
Paolo
Veo que ha usted mudado consejo desde aquella tarde de las 4orejas4 en Sevilla. Si no mal recuerdo, en esa ocasión opinamos que el ligar sin cortar tenía un mérito enorme por la barbaridad de tiempo que el torero se quedaba en la cara del toro. Pero esos deben haber sido tiempos más inocentes y felices. Le mando un abrazo. Gastón Ramírez Cuevas.
ResponderEliminarPaolo:
ResponderEliminarHay dos matices y en esto del toreo, los matices son lo importante. Uno, lo de dejar la muleta en la cara sin terminar y empezar el pase y dos, lo de perder un paso entre pase y pase.
Manzanares padre habla de algo que se hacía en su época. No puede pues referirse a ese muletazo infinito que ahora se prodiga tanto y que tienen en su propio hijo su principal cultivador.
Ese era el sentido de la entrada, pasar del tópico del título (el carrusel) a esos pequeños matices que diferencian y caracterizan lo que en apariencia puede ser lo mismo.
Un abrazo
Gastón:
ResponderEliminarComo le decía a Paolo, este en el fondo es un "texto trampa".
Nos podemos quedar en lo superficial del título o profundizar en los matices de la ejecución del muletazo tal y como señala Manzanares padre e incluso ir un poco más lejos que él pues no vio y no pudo adivinar lo que hoy se haría.
Como muy bien ha reparado Paolo, el carrusel al que se refiere el maestro de Alicante sólo en apariencia es el mismo que hoy se practica.
En mi opinión, el valor y mérito de un lance no está en el nombre sino en el modo de ejecutarse y, sobre todo, en las condiciones del astado al que se le realiza una determinada suerte.
Un carrusel puede estar muy bien y ser muy meritorio y valeroso en determinado momento y con determinado comportamiento del toro y, por el contrario, en otros momentos o con otras reses, puede resultar ventajista o inoportuno.
Ese es el quid, creo, de la cuestión.
Un abrazo
¡Así sí baila m'hija con el señor! En algo teníamos que volver a estar de acuerdo, estimadísimo don Jose. Un saludo afectuoso desde México. Gastón Ramírez Cuevas.
ResponderEliminarBonjour. No veo como se puede dejar la muleta al hocico del toro para encadenar con el muletazo siguiente, Y perder paso en el mismo tiempo : el brazo no mueve y la piernas se agitan? Si se trata solo de los movimientos que permiten la media vuelta, no se puede llamar 'perder pasos'; salvo en adelantar la pierna de entrada hacia el toro en vez de atrasar la pierna de salida... Solo con toros de laaargo recorriiiido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jack:
ResponderEliminarCreo que, en efecto, Manzanares padre se refiere a ese echar la pierna atrás pero "antes de terminar el muletazo".
Sin embargo, es cierto que no queda del todo clara su explicación, habrá que buscar películas de la época para saber exactamente a que se refiere
Un abrazo
Gastón
ResponderEliminarEn efecto, siempre que llueve, escampa.
A mi no me parece tan misteriosa la explicacion del maestro Manzanares. Para muestra podria valer lo que hace (o hacia) muchisimas veces Javier Conde (que su paisano José bien conoce...)
ResponderEliminarSaludos
Paolo