por Clarito (PPV)
Que en una corrida de Núñez del Cuvillo no rompan dos o tres toros resulta noticia. Esta ganadería viene dando el porcentaje de toros con interés (bravos o mansos, pero todos con casta) más alto de toda la cabaña brava actual. Ayer, no fue así.
La corrida de Madrid, no salió buena. Peor aún, podemos calificarla de mala. También es cierto que en otras manos y con otro público el espectáculo hubiera sido distinto. Pero eso no sirve de disculpa alguna al ganadero que debe tomar nota. Máxime cuando, según se comenta, parte de lo que ocurrió podía haberse evitado.
El toro de la alternativa se tapó por los pitones.
De entrada hubo algún toro cuya presentación no era de recibo para esta plaza y el festejo, lógicamente, se torció casi desde el principio. Pasó mal que bien el primero (era toro de alternativa del mexicano) pero en el segundo (mal presentado y de escasas fuerzas) la cosa cayó en el despeñadero. Y en Madrid cuando la tarde se tuerce, ya es muy difícil que remonte. El de Madrid no es público paciente ni complaciente.
Con la mala presentación de este toro (primero de Morante) se torció la tarde
Por eso, no gustó el tercero, un toro con poca cara para Madrid pero con mucha clase, que empezó a demostrar desde el segundo tercio. Tampoco le gustó al público el cuarto, también con clase pero con pocas fuerzas. Luego salieron para rematar dos mansos con mucho genio. En resumen, borrón ganadero de Núñez del Cuvillo. Esperemos que el desquite no se haga esperar.
El tercero tampoco gustó
Morante
Ya vengo diciendo que Morante no está bien. No lo estuvo en Sevilla con toros de todo tipo y condición, ni acabó de estarlo en Jerez, el viernes pasado, donde le vimos por debajo de sus buenos toros. Lo de ayer corrobora lo dicho. Si bien no se le puede achacar el desastre de la corrida (imputable exclusivamente al ganadero) tampoco Morante supo, pudo ni quiso hacer nada para paliarlo.
Ni lidió ni toreó. Ni siquiera con el capote, aunque le jalearon unas verónicas, no lo acabó de cuajar. Mal ayer el torero de la Puebla.
Talavante.
Tuvo en su primero un buen toro, con clase en la embestida, pero le salió en el peor momento de la corrida cuando más encrespado estaba el público, por lo que lo protestaron mucho. Así es la idiosincrasia de esta plaza y así hay que aceptarla. Cuando un toro no gusta al público, no es fácil conseguir que te presten atención mientras toreas y menos que se valore lo que el torero haga.
Su segundo fue un toro muy manso. Pero también con mucha fiereza. Un toro con mucho que torear. Al principio parecía que Talavante se afligía algo, con lo que el toro se crecía. Al final el torero se vino arriba y, entonces, fue el toro el que se le rajó. Toro y torero firmaron el empate. Lo mató con más eficacia con la espada de la que suele tener este torero.
El quinto
En conjunto, estuvo bien, pero no me acabó de convencer.
Arturo Saldivar
El mexicano de Tehocaltiche estuvo hecho un valiente toda la tarde.
Me impresionó el principio de faena a su primero, primero de la tarde y toro de su alternativa, al que citó de rodillas desde los medios y al que dio cuatro o cinco pases en esa posición. El público, que cuando los sacan del guión que se conoce no sabe que hacer, solo reaccionó con el pase del desprecio que dio ya de pie de remate de la serie.
El toro tuvo unas embestidas muy descompuestas, pues llegaba a la muleta rebrincado y pegando tres hachazos por segundo pues iba con la cara muy suelta. El torero muy valiente y muy firme pero sin poder mandar ni templar las fieras embestidas del Cuvillo. Era lo que antes se llamaba un toro bronco aunque este adjetivo como tantos otros se ha ido perdiendo en el olvido. En uno de los pases le dibujó la cornada en la pierna izquierda. Le salvó el propio calamocheo del toro. mató de estocada casi entera.
Cuando el mexicano hizo un tremendo quite al toro de Talavante, se veía venir que se la jugaría en la muleta.
En efecto, recibió al toro en los medios con tres pases cambiados (el primero citando a muleta plegada) por la espalda. Y aquí, si que reaccionó el público que se entregó al toreo del novel diestro. Quien toreó bien mientras el toro le duró y hasta que este se le rajó. Lo pinchó dos veces arriba pero la estocada final quedó algo caída. Lástima, aunque la tarde fue suya.
El manso que salió en último lugar
Balance negativo
Curioso sino el de los 15 de mayo madrileños. Día del Patrón, San Isidro y donde no siempre suelen rodar bien las cosas. Recordemos aquel 15 de mayo de 1920, víspera de la muerte de Joselito el Gallo en Talavera y cuya corrida fue una sucesión de escándalos, también ese día por culpa de los toros.
En resumen, la clásica tarde madrileña cuesta abajo por culpa del mal juego de los toros de Núñez del Cuvillo, que ni de lejos respondieron a las expectativas que siempre genera este hierro. No obstante, le queda a este ganadero otra corrida en esta feria con cartel de lujo: Juli, Manzanares y Castella. Veremos si ese día están sus toros a la altura de las expectativas.
El cuarto de la tarde. Segundo del lote de Morante.
Día del patrón y tarde de “clavel” en Madrid.
ResponderEliminarPensaba que ayer sería el día… Con los toros de Cuvillo es apostar a caballo ganador. Como bien manifiesta nuestro amigo “Clarito”, es muy raro que no rompa algún toro y sobre todo de estos “Cuvillos” que miden el estado real del escalafón. No se puede elegir mejor el título de la crónica: “Decepción”.
Pero vamos por partes: Desigual presentación de la corrida, dos toros, segundo y tercero indignos de esta plaza, sobre todo por feos. En mi humilde opinión, si algo no debe perder de vista un ganadero (del que se espera tanto y no son del gusto torista de Madrid, a estos últimos se les perdona todo), es que la presentación debe ser impecable (sin exageraciones, pero repito, impecable). Por muy larga que sea la ganadería es muy difícil que salgan tantos todos para plazas de primera. “Sólo” para Madrid tres corridas, pero también están Sevilla, Valencia, Bilbao, Barcelona, Málaga…, más la reseñadas para J. Tomás… Esto hace que las corridas no puedan ser completas en presentación (ya lo vimos en Vistalegre en la feria de invierno). Tienen que meter varios toros que bajen o sean más feos (se tapen por la cara). Preferible desde mi punto de vista, traer un corrida 10 (de presentación) que tres de 6,5. Luego saldrá lo que salga.
La corrida no sólo manseó, fue mala sin excusas.
Primero mansito y con complicaciones. Segundo mal presentado e invalido. Desató la caja de los truenos para lo que siempre están deseosos de ello. Tuvo que volver al corral. Mal el presidente. Tercero sin fuerzas para sacar lo que apuntó, igualmente mal presentado. Cuarto suavón. Quinto, no se dejó pegar en varas y se vino arriba en la muleta, con carbón. Por momentos pareció que se iba a subir a las barbas de Talavante, luego este se rehizo. Sexto, cuando de verdad se le apretó cantó la gallina.
Los toreros: Morante no tuvo ánimo. Como suele ser habitual, pechó con el peor lote y como vuelve a ser habitual, lidias desastrosas que tampoco ponen nada a favor. Lo de la lidia es casi cabreante. Puyazos muy traseros motivados por venir el toro al relance, capotazo va capotazo viene… La gente lo espera. En el cuarto, los dos o tres muletazos estimables, se vieron abajo por dos enganchones-metida los pitones en el suelo del toro-perdidas de muleta. El poquito gas del toro y ánimo del torero se acabaron ahí.
(SIGUE..)
(Viene de la anterior...)
ResponderEliminarTalavante, en su primero no pasó de correcto. Pero en Madrid con esto sólo no vale. En su segundo pasó un mal rato en las primeras series. El toro por su mansedumbre se quedó sin picar (tres o cuatro picotazos). Se vino arriba con complicaciones y mucho carbón. Unido al mal planteamiento del inicio de faena, por momentos, el toro tuvo ganada la batalla. Mérito del torero en rehacerse, coincidiendo con la minoración de fuelle del toro. Su tarde estaba ya muy cuesta arriba.
Gran impresión de Saldivar. En el primero tuvo tres hándicap: Abrir plaza, que el público que venía a ver a Morante y desconocimiento del torero (algunos si no se traen el guión aprendido de casa, se pierden y no saben si lo que ven es bueno o malo).
Mucho valor en para citar de rodillas al primero desde los medios. Estimables series aunque un poco aceleradas y faltas de temple. Pero el toro tenía lo suyo (varios cabezados en cada pase). Petición insuficiente. El orden de factores si afecta al producto en este caso. Si esto ocurre en el sexto, tiene premio.
Gran quite por chicuelinas en el quinto (2º de Talavante). Al finalizar, en la plaza, me dio la impresión de que el desplante iba dirigido a éste porque en el primer toro del extremeño, al no salir a hacer el quite Morante, tuvo la intención de hacerlo él. Pidió permiso a Talavante (cuanto no tendría que haberlo hecho). No accedió y salieron los banderilleros. No sé si la impresión que tuve en la plaza, lo ratificarán las cámaras.
En el sexto, escalofriante inicio con una “pedresina”, seguido de cambios por las espalda sencillamente “espeluznantes”. Tiene valor el mejicano. El público ya estaba con él. Dos series jaleadas, pero cuando de verdad apretó al toro, cantó la gallina y busco tablas. Allí la faena calló al intentar acortar distancias. Fallo a espadas. Grata impresión, ¿tendrá más oportunidades de refrendarlo?
Respecto al público, lo de algunos no tiene nombre. Gritos de “indulta a este, Cuvillo”. Parece que les alegra más el fracaso, que hitos históricos de la Tauromaquia (próximo objetivo: Manzanares). Pitos en brindis de Talavante (como van a valorar algo de la faena posterior, sería quitarles la razón y dejarles en ridículo). Lo de las pancartas contra la corrida de Juan Pedro del viernes, sencillamente, vergonzoso. Se califican por ellos mismos. Como se puede ir a una corrida tan predispuesto a reventar la tarde. La corrida no dio motivos para ni siquiera sacarla, ¿traerán estas pancartas en tardes de moruchadas de hierros de su gusto? Mal la tele dando protagonismo a estos gestos.
Me falla la capacidad de síntesis. Muchas palabras para venir a decir lo que “Clarito” con una sola: “DECEPCIÓN”.