Encuentro en el blog “los toros con fuerza”: dos fotografías sobre la semejanza del toreo de Luís Miguel Dominguín (el de arriba) con el de Joselito el Gallo (el de abajo). En los comentarios no se dice donde se han obtenido las fotografías aunque se inserta un recorte del mismo libro de donde están sacadas. Voy a contar de donde salen estas fotografías y porqué en el texto original (que no se cita) se hace la comparación entre estos dos toreros.
Ernesto y su amigo Antonio Ordoñez
Ernest Hemingway volvió a España en 1958. No venía a nuestro país desde la Guerra Civil y se encuentra a un torero (Antonio Ordoñez) hijo de un amigo suyo (Cayetano, el Niño de la Palma) que le fascina y del que se hace partidario y seguidor. Hemingway asiste a la competencia entre Antonio Ordoñez y Luis Miguel Dominguín durante el verano de 1959 (En rigor, y más que competencia, unas cuantas corridas sueltas).
Antonio y Luís Miguel durante el verano de su competencia
Es la época en que también viven en España y son asiduos espectadores otros norteamericanos famosos como Orson Welles y Ava Gadner (esta última frecuenta y hace amistad con Luís Miguel Dominguín).
Ava Gadner, posando y en los toros con Luis Miguel
Ernesto (como le llamaban los toreros) regresó al final del verano del 59 a su país y escribió, por encargo de la revista Life, un reportaje, cuyo título en inglés era "The dangerous summer“ (Aquí traducido como “El verano sangriento”) y que, en principio, debía constar de solo tres capítulos. pero que realmente alcanzó una extensión 10 veces mayor, aunque nunca se publicaría completo.
La portada del número de la revista Life donde se inicia la serie taurina de Hemingway
Ediciones en inglés de The dangerous summer
Ediciones más recientes en castellano (Planeta, 1986) recuperaron el titulo original ingles: El verano peligroso
Estos escritos son un resumen de las corridas que el Nobel Norteamericano vio ese verano. Por tanto Hemingway habla sobre el toreo de los dos cuñados (Antonio estaba casado con Carmina, la hermana de Luís Miguel). También habla de los otros toreros a los que vio torear.
Pero lo que va a levantar ampollas entre los aficionados es su denuncia de los “trucos baratos” que, según él, utilizaba Manolete, muerto en la plaza de Linares por el toro Islero de Miura, una década antes, cuyo recuerdo aún se mantenía vivo en esos años y al que el americano no había visto torear.
La portada del Diario Malagueño la Tarde del sábado 30 de septiembre de 1947 con la noticia de la repercusión en América de la muerte de Manolete (Este curioso documento me ha sido facilitado por mis amigos Paul y Caty)
El “truco barato” de Manolete
(De este montaje solo la foto grande de abajo corresponde a la corrida de Linares. Las dos fotos de arriba corresponden a la cogida del toro de Curro Chica en Alicante)
Gregorio Corrochano se sintió obligado a contestar a las denuncias de Hemingway y, para ello, escribió un magnífico libro al que tituló “Cuando suena el clarín” (que publicó la Editorial Revista de Occidente de Madrid en 1961).
Páginas de interior de Cuando suena el Clarín
En ese libro Corrochano habla del toreo de Manolete y desmonta las tesis de Hemingway (Aunque sobre este tema volveremos otro día). Además analiza el toreo de Luis Miguel y el de Ordoñez y la competencia entre ellos. También hace un breve análisis sobre el toreo clásico de Antonio Bienvenida.
El toreo de Luis Miguel y Antonio
Sobre la competencia entre los dos cuñados, Corrochano defiende a Luis Miguel (al que ataca Hemingway), resaltando la naturalidad de su toreo, su cabeza privilegiada y el parecido con Joselito el Gallo. Y lo defiende, en parte porque es torero de la línea de Joselito (que el admira) y, en parte también por su amistad con Domingo Dominguín, el padre de Luís Miguel.
La difícil naturalidad del toreo de Luis Miguel
Para demostrar el parecido de Luís Miguel con Joselito (lo que dado el carácter mítico del hijo de la señora Gabriela, supone un enaltecimiento de la figura torera de Luis Miguel), Corrochano utiliza las dos fotografías que insertábamos al principio y donde Luis Miguel por un lado y Joselito por otro están dando el mismo pase.
Estas son las fotografías ampliadas:
Y este el comentario de Corrochano
Esta es la historia. No obstante, yo me voy a permitir la osadía de corregir al crítico taurino de más prestigio en la historia del periodismo español y añadiré que aunque estéticamente el parecido es asombroso, técnicamente existe una diferencia entre ambos pases y muy importante: Los dos avanzan la misma pierna, la izquierda. Pero el toro está en cada caso en sitio distinto. Por tanto, mientras José está cargando el peso del cuerpo en la pierna del lado del toro, la izquierda; Luis Miguel está andando hacía su izquierda que es el lado contrario al toro; está saliendo de la suerte por la izquierda con el toro a su derecha.
Para verlo con más claridad me he permitido la licencia de rotar la foto de Luís Miguel. Ahora, milagros de la técnica, están los dos dando el pase por el mismo lado. Pero mientras José avanza hacia su izquierda donde tiene el toro (el talón del pie derecho levemente levantado), Luís Miguel está desplazando el peso del cuerpo hacia la derecha donde no hay toro.
Comparación con la foto de Luis Miguel INVERTIDA por simetría
Esto no quita un ápice de importancia al toreo de Luís Miguel y al análisis de Corrochano, pero ocurre aquí, por tanto, algo parecido con lo que ocurría en las dos fotografías que insertábamos hace unos días comparando el toreo de Joselito con el su padre Fernando.
Técnicamente vuelve a ser más correcto el toreo de Joselito, lo que si se piensa es muy lógico, ya que estamos hablando del que se considera el torero más grande de la historia.
impresionante explicacion, que bonito leer este blog y aprender.pregunto, la diferencia entre uno y otro es cargar la suerte o no cargarla???? pue si es eso, esta todo dicho, uno cargaba la suerte y el otro posaba.
ResponderEliminaren el comentario anterior, y como reflexcion, espero que no sea una burrada, no es tan banal ni tan simple la diferencia entre cargar la suerte y posar, el que cargaba la suerte, murio en una plaza a los 25 años y el que posaba se ligo a ava gadner,je je tanta diferencia quizas, como la verdad y la mentira no????
ResponderEliminarEste reportaje me ha parecido espectacular, sin mencionar las fotos seleccionadas con las que siempre disfruto mucho (por cierto Ava guapisima) y hoy especialmente. Imposible esplicar mejor una custion.
ResponderEliminarJperezjper:
ResponderEliminarGracias por seguir el blog y por tus comentarios de hoy.
Tienes razón en que el tema de "cargar la suerte" no es nada banal, por lo que prometo tratarlo con más detalle próximamente (podría ser al hilo de la defensa que del toreo de Manolete hace Corrochano en el libro que cito)
Hay más detalles en el análisis de las fotos que no me ha parecido oportuno incluir. Por ejemplo: el detalle de la situación de los brazos de Joselito con los codos despegados del cuerpo, frente a la postura algo codillera de Dominguín o la posición de prodigio de la muñeca de José haciendo el juego de muleta para destroncar al toro sin descomponer un ápice la figura (lo que es de torero de muchos quilates).
Y no los he incluido por dos razones: Primero, para no hacer demasiado extensa le entrada y segundo porque considero el toreo de Luis Miguel -con todos los peros que se quieran poner- excepcional (Como muestra la forma de coger el palillo de la muleta en la foto del natural que incluyo) y con tanto detalle y tanto análisis corría el riesgo de dar la impresión contraria.
a Jperezjper:
ResponderEliminarMe permito un segundo comentario a tus dos comentarios:
No es verdad que al que carga la suerte se lo cargue el toro y el que la descarga se beneficie a Ava Gadner.
Por ejemplo: Joselito entre pase y pase, se paseaba con Consuelo (la Chelito)
La verdad es que no tienen tanto que ver las dos fotos, muy bueno el truco de invertir la de Luis Miguel, la de LMD es una foto de toreo andando y la de Joselito es una foto que espresa plenamente el dominio de un torero. El porte erguido, las piernas asentadas, el talón levemente levantado que indica que de ahí no te puedes ir y que más vale que el toro obedezca pues si no estás en sus cuernos. Eso a pesar de que se supone que en losmás de 30 años de diferencia los fotógrafos debían haber mejorado.
ResponderEliminarAndrés:
ResponderEliminarDe acuerdo contigo en que las fotos no son tan coincidentes como a primera vista parece. Lo que me llamó la atención es que Corrochano destacase la semejanza de las fotos cuando para mí había bastantes diferencias. No sólo las que comento en la entrada del blog, sino algunas más que he señalado en comentarios de contestación a los que me hacía mi amigo Julio. El caso es nadie (que yo sepa) hasta la fecha había reparado en las diferencias que señalo y eso que fue un libro muy comentado en su momento por su autor y por la borrasca que levantó Hemingway con su crítica a Manolete (En el ambiente actual esa crítica hubiera pasado desapercibida, pero entonces había muchos aficionados que habían visto torear en vivo al diestro de Cordoba y no dejaban pasar ni una).
Por lo que respecta al análisis que haces de la foto de Joselito no puedo decirte nada más que coincido plenamente contigo.
Un abrazo
PD: Lo de la foto de Luis Miguel prefiero llamarlo -con tu permiso- "recurso" más que truco. Me parece más taurino
Otro abrazo